Tras el atrasado panorama que vive hoy el Agro Colombiano y por lo que muchos se han atrevido a afirmar que la locomotora del Agro sigue estacionada, habla el columnista del diario El Colombiano, Juan José Perfetti.
Cuando ya se había decidido la no realización del Censo Nacional Agropecuario en 2013, una situación ajena a la política sectorial, pero eventualmente determinante para el desarrollo de las zonas rurales y el devenir pacífico de las mismas, permitió que se abriera, de nuevo, la posibilidad de que, por fin, los sectores agropecuario y rural del país salgan del oscurantismo en materia de información básica.
El país lleva más de 40 años sin realizar un censo agropecuario. Esto significa que se desconocen las cifras más elementales para el diseño de las políticas y la planificación de los territorios rurales. Ello, además, impide que los productores agropecuarios tomen mejores decisiones con base en información útil y actualizada.
Aunque durante el presente año el Dane realizó, de manera juiciosa y rigurosa, los trabajos preparatorios para la realización del Censo Agropecuario en el próximo año, por motivos relacionados con su financiamiento, y ante la aparente indiferencia de las autoridades sectoriales, se habría establecido que no se realizaría en 2013, sino en el año 2016, pues en 2014 y 2015 se presentan dificultades operativas.
Un censo no es la solución total a los problemas de información que se tienen en el sector agropecuario. Este sólo constituye la base sobre la cual se debe construir un sistema de información, actualizable y actualizado, que provea información, amplia y variada, de los principales tópicos que tienen que ver con el desarrollo de los sectores agropecuario y rural.
Dado que no hay un censo actualizado y, por tanto, no se dispone de un universo que permita el diseño de muestras representativas, el país no cuenta con un sistema de información agropecuaria que ayude a los productores del sector a tomar decisiones más informadas.
Hasta el presente, las políticas sectoriales no han hecho mayores esfuerzos por remediar esta situación. En la asignación de los recursos de inversión pública del sector, la información no tiene ninguna prioridad, lo que no deja de ser un gran error, pues en el siglo del conocimiento, y cuando la agricultura de los países tiene que competir de manera más abierta con la producción foránea, la información para la toma de las decisiones es un factor vital de los procesos productivos y comerciales.
Ojalá que, efectivamente, el Censo Nacional Agropecuario se lleve a cabo en 2013 y que, paralelamente al mismo, se ponga en operación el Sistema de Información Agropecuaria que, liderado por el Ministerio de Agricultura, se convierta en la base y la columna central de la oferta de información para los agentes de los sectores agropecuario y agroindustrial del país y, especialmente, para los productores del campo.
Un censo sólo registra la situación existente en un momento en el tiempo y, por tanto, pierde vigencia e importancia rápidamente. Un sistema de información, por el contrario, permite el seguimiento continuo y actualizado de la información, lo que lo hace valioso, oportuno y útil.
Por eso resulta tan importante que, al tiempo que se realice el censo agropecuario, se diseñe y ponga en práctica el correspondiente sistema de información que asegure la relevancia del operativo censal.
Fuente: El Colombiano
