Concibo al cine, literalmente como unas de las definiciones que se dan sobre este, tal vez no con el significado que aplican muchos, el cine en su naturaleza es el séptimo arte, la suma de todas las artes, pero a mi parecer al momento de hacer este arte, lo manosean y terminan no dándole la importancia, la mística, la trascendencia, el respeto que se le debe tener a un mensaje que quiere ser transmitido, que debe ser engendrado, encarnado y expuesto para generar un impacto en un público en general,propósito principal del arte.
Es por eso que en muchos momentos critico a las mayorías de las propuesta del cine comercial Colombiano, creo que ha perdido todo equilibrio, que sí, acepto, lo comercial es en definitiva es para generar ingresos,utilidades, pero no perdiendo la esencia misma del arte, y termina convirtiéndose en lo que antes en líneas arriba, definía sobre el manoseo del arte y que no es cine para mí, sino en sus mayorías propuesta de cine comercial planas, influenciados por las teorías de Coppola sobre llevar la televisión al cine,grave error, diferenciémoslo.
Gracia a unas nueva reconocimiento que tuvo el cortometraje el cual produje:”Matrem”, que por cierto ha sido seleccionada, exhibida y en vísperas de ser exhibida, en festivales nacionales y extranjeros, tuve la grata sorpresa con encontrarme con cine hecho en Colombia, con la coproducción de varios países latinoamericanos ,un largometraje que para mí demuestra que si se puede hacer una propuesta de cine, no solo de cine comercial que tanto abunda, una propuesta de cine autor,que retoma esta esencia de respeto, del manejo de las imágenes, de la fotografía, del manejo de los símbolos, de la subjetividades, las elipsis, en fin el lenguaje propio de la cinematografía,este largo al que me refiero es “La Tierra y la Sombra”, ganadora de la cámara de oro de Cannes, me cuesta reconocerlo pero siempre la forma de contar las historias que se había tenido del costumbrismo en Colombia no me generaba mucho reconocimiento, siempre me parecían “planas”, carentes de transmisión, reflejaban falta de investigación en definitiva algo soso, pero ante este largo, fue todo lo contrario, una grata experiencia que para mí el costumbrismo fue exponenciado, se ve reflejado en la historia entretejida dentro y conexo con las plantaciones de caña, la vida de los personajes, la sociedades devoradoras, el sentido de la familia,la muerte, el haz de luz, el manejo del alargue del tiempo, el ritmo.
¿Que lograra generar unos altos ingreso esta propuesta, llegando a hacer cine comercial?, ojala, se lo merecen, pero quedaría en las minorías de las propuestas del cine comercial Colombiano, ya que estos hacen arte.
Es esta para mí la propuesta más sobria y de respeto al cine, que he visto de Colombia, por eso es que puedo decir gratamente que la vi y que si hay cine colombiano.